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5 errores que cometes al lavarte el pelo

5 errores que cometes al lavarte el pelo

Lo que te dice un bote de champú es lava, aclara, repite. Lavar, aclarar, repetir. Pero lo que no te dice es qué debes evitar al lavarte el pelo.

Esto es lo que todos los peluqueros te piden que dejes de hacer, ¡de la raíz para arriba (o para abajo)!

¿Qué puede dañar el cabello?

Factores internos como los cambios hormonales, el estrés y ciertos medicamentos. Factores ambientales externos como el sol, el cloro o la salinidad. Factores químicos externos como tintes, decolorantes, planchas o permanentes.

Factores mecánicos externos como el uso del secador, el cepillo o la plancha.

Algunos lo hacen todos los días, otros sólo una vez a la semana. ¿Qué has entendido? Estamos hablando del champú. Lavarnos el pelo parece una de las cosas más sencillas que hacemos en nuestra rutina diaria, pero no lo es.

A menudo cometemos errores (que ni siquiera sabemos que estamos cometiendo), poniendo en riesgo la salud de nuestro cabello.

Y además, seamos sinceros, la mayoría de las veces nos lavamos el pelo con un poco de prisa e incluso con un poco de pereza, y no nos damos cuenta de que en realidad no lo estamos cuidando sino estresando.

El champú mal aplicado, la temperatura del agua demasiado alta son algunos de los errores que cometemos y que pueden estropear nuestro pelo, volviéndolo quebradizo y sin brillo a largo plazo.

5 errores que cometes al lavarte el pelo

Debes cambiar de champú

¿Has oído alguna vez que el pelo se «acostumbra» al champú y al acondicionador, por lo que es importante cambiarlo? Pues bien, esto es un mito.

Tu cuero cabelludo y tu cabello simplemente no pueden determinar si un producto se ha utilizado durante largos periodos de tiempo, por lo que tu champú no deja de funcionar porque tu cabello se acostumbre a él.

Los resultados de tu champú y acondicionador pueden cambiar en función del clima, los niveles hormonales, las enfermedades e incluso tus ciclos mensuales.

Lávate el pelo nada más entrar en la ducha

La vida es ajetreada y el tiempo escaso, pero la paciencia es una virtud. Tienes que dejar que el agua penetre en los folículos durante unos 30 segundos antes de lavarte el pelo.

Así conseguirás un aclarado inicial que elimine la capa superior de grasa y residuos.

También ayudará a que penetre más en el cuero cabelludo y lo prepare para el champú.

Lavado con agua muy caliente

Bajar la calefacción probablemente parezca la peor idea en este momento, pero créenos, ¡tu pelo te lo agradecerá!

El agua caliente reseca el pelo y la piel (hola caspa) y abre la cutícula capilar, lo que deja escapar las proteínas de queratina y las moléculas hidratantes naturales, que a su vez crean encrespamiento y pierden fuerza.

lavarte el pelo

Secarse el pelo con una toalla

Secarse el pelo con una toalla es genial para reducir el tiempo de secado a la mitad y evitar el calor instantáneo del secador, pero puede que lo estés haciendo mal.

En lugar de alisar el pelo con la toalla -lo que unirá las hebras, aumentará el daño y causará encrespamiento-, sécate el pelo con la toalla. Para ello, exprime suavemente el exceso de agua en lugar de frotar.

Truco profesional: utiliza una toalla de microfibra suave en lugar de una toalla de baño áspera.

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Usar el secador equivocado

Somos grandes defensores de minimizar cualquier daño innecesario a tu cabello, por eso todas nuestras herramientas y productos están bien pensados.

Un secador iónico elimina los iones cargados negativamente que contrarrestan los iones cargados positivamente que están presentes cuando te lavas el pelo.

Los iones con carga positiva abren el folículo piloso, lo que reduce la hidratación, aumenta el encrespamiento y provoca más daños.

Por eso, la tecnología de iones repele el agua para secar el pelo más rápido y ayuda a sellar las cutículas para retener la humedad.

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