El cabello puede resultar dañado por los agentes químicos y físicos utilizados en su limpieza, coloración y peinado. Pero también por un secado incorrecto.
Entre los agentes químicos, la elección del champú adecuado al tipo de cabello es esencial. Por eso, lavarse el pelo con los productos adecuados (estrictamente sin SLES, SLS ni parabenos) es el primer paso para cuidarlo correctamente y sin dañarlo.
Añadir un acondicionador para desenredarlo, hidratarlo y nutrirlo es un hábito que respeta la belleza del cabello.
Por último, llega el segundo paso: el secado, que debe realizarse con el debido cuidado para la salud del cabello.
En particular, tanto el primer secado con toalla como el secado final con secador (pasando por el secado con secador) deben realizarse correctamente y con el debido cuidado, para minimizar los daños físicos producidos por el roce y el calor.
Por ello, es muy importante saber utilizar correctamente el secador para minimizar los daños en el cabello, sobre todo si se trata de un aparato estándar. Hoy en día, todos los secadores del mercado permiten elegir la temperatura (fría, media y caliente) y la velocidad del flujo de aire.
E incluso los secadores menos sofisticados disponen de accesorios útiles, como el reductor de chorro para peinar o el difusor para añadir volumen haciendo circular el aire entre los mechones.
Una vez bien aclarado, el cabello se seca primero con una toalla. En esta fase:
– Evita frotar el pelo rápidamente: sólo corres el riesgo de dañarlo por fricción mecánica;
– Opta por una toalla de algodón suave o un paño de lino para respetar mejor el cabello;
– Frota suavemente los mechones desde el cabello hasta el cuero cabelludo.
Tras el primer toque, colócate sobre la cabeza y sacude ligeramente el cabello para que se deslicen más gotas.
Peinados con secador y trucos
Llevar horquillas con el pelo mojado
La idea es dejar que tu pelo se seque de forma natural pero con cierto control.
Péinate bien el pelo, luego recógetelo detrás de las orejas y sujeta con horquillas toda la zona por encima de cada oreja.
Una vez seco, puedes soltarlo. Lo que harán las horquillas es controlar la raíz del pelo pero dar movimiento alrededor de la cara.
Espuma para secar
Si quieres crear ondas más rápido por la mañana (y tienes tiempo de sobra), deja secar el pelo al aire y, una vez seco, aplica una espuma o mousse para ondas, divide el pelo en cuatro o cinco secciones, enróllalas con los dedos y sujétalas con horquillas.
Déjalo 45 minutos y, antes de salir de casa, deshazlo y abre las ondas con los dedos.
Utiliza toallas de papel
Las toallas convencionales crean fricción en el pelo. Pero para poder peinar, es necesario eliminar toda la humedad de los mechones mojados.
En la práctica, puedes utilizar toallas de papel.
Sécate el pelo de abajo arriba (con la cabeza hacia abajo) y ocurrirá el milagro: gastarás toallas de papel, pero tu pelo perderá el encrespamiento.