Preparar un pastel puede ser una tarea relativamente sencilla, pero aún así, es fácil cometer errores que pueden afectar el resultado final.
Aquí tienes algunos errores comunes al preparar un pastel:
Cómo medir
Añadir a ojo no siempre funciona, sobre todo si no eres un experto en la cocina. No olvides que una receta ha sido probada antes de publicarse, así que si la receta te dice que añadas x ingrediente, no tiene sentido que te lo inventes.
Utilizar las cantidades adecuadas y contar con buenos complementos es esencial.
Ingredientes muy fríos
La leche, la mantequilla, los huevos y otros ingredientes que estén en la nevera deben sacarse con cierta antelación para que estén a temperatura ambiente antes de utilizarlos. De lo contrario, los pasteles quedarán pesados y arrugados.
Si los ingredientes están fríos, habrá que batir la masa durante más tiempo, ya que la resistencia de los ingredientes a mezclarse es mayor. Por lo tanto, cuanto más se bata la masa, más dura será.
Mezclar los ingredientes
Al igual que con la cuestión de las medidas correctas, cambiar los ingredientes porque te has dado cuenta en el último momento de que no tenías los adecuados marcará la diferencia. Como ya hemos dicho, antes de publicar una receta, ésta ha sido probada y perfeccionada hasta llegar a su resultado final. Si la receta dice mantequilla en lugar de aceite, por ejemplo, ¡no es por nada!
Batir la levadura
La levadura suele ser uno de los últimos ingredientes en añadirse a la masa y uno de los grandes aliados para conseguir un bizcocho alto y esponjoso. Cuando la añadas, no sigas batiendo la masa con una batidora u otra amasadora.
Debe incorporarse con la ayuda de una cuchara, un tenedor o un batidor manual.
Los 7 mayores errores al preparar pasteles
Masa con burbujas
Esto hace que el pastel no se hornee uniformemente. Puedes pinchar con un tenedor las burbujas visibles, pero nada mejor que poner la masa en el molde y golpearla suavemente contra una superficie plana.
Horno
No es casualidad que muchas recetas impliquen precalentar el horno. Se trata de preparar el ambiente ideal para una cocción óptima y uniforme, de modo que la masa quede alta y esponjosa. Sin embargo, el molde debe colocarse en la rejilla central y lo más centrado posible.
De lo contrario, si lo colocas en la parte superior, corres el riesgo de que el bizcocho quede crudo y se queme por arriba o viceversa.
Otro error que comete la gente es «pasarse la vida» abriendo el horno, sobre todo en los primeros quince minutos. El choque térmico hace que los pasteles se hundan, así que evita hacerlo.
Desmoldar
La masa estará firme cuando el pastel esté frío, así que desmóldalo sólo en este momento, de lo contrario hay un gran riesgo de que se desmorone.
Recuerda que hacer un pastel es una habilidad que mejora con la práctica. Si cometes errores, no te desanimes; pueden ser una oportunidad de aprendizaje para mejorar tus habilidades de repostería.