El cepillo de dientes es un objeto sometido a un gran desgaste durante su uso.
Para una buena higiene dental, es importante cepillarse los dientes tres veces al día, al menos después de cada comida principal, durante unos tres minutos con movimientos regulares y suaves. El cepillo de dientes y su integridad e higiene desempeñan un papel fundamental en la salud bucodental.
En este sentido, es aconsejable sustituirlo cada tres meses, aunque esté en buen estado, o incluso antes si las cerdas están dañadas y poco compactas, consecuencia directa de la frecuencia con la que te cepillas los dientes y de los movimientos enérgicos.
Las cerdas del cepillo de dientes no pueden matar las bacterias de la boca, proteger contra las enfermedades ni evitar que enfermes.
Para que tu cepillo de dientes tenga un periodo de uso más largo, te dejamos algunos consejos:
- Después de periodos gripales o de dolor de garganta, sumerge el cepillo de dientes en un antiséptico bucal durante 10 minutos después de usarlo. No olvides enjuagarlo y dejarlo secar.
- Guarda el cepillo con las cerdas protegidas por un capuchón.
- Desinfecta semanalmente tu cepillo de dientes en una solución de medio vaso de agua, una cucharada de bicarbonato y dos de vinagre, durante unos 30 minutos. Con esta técnica, estás forzando la liberación de residuos y olores que se han ido acumulando a lo largo de la semana.
Cepillo de dientes: tipos, frecuencia de sustitución: resumen
- Uilizar cepillos dentales con cerdas intactas y firmes
- Sustituir el cepillo dental cada tres meses o antes si no está intacto, con cerdas escasas o deshilachadas
- Cepillarse los dientes al menos dos o tres veces al día
- Sustituya el cepillo de dientes en caso de caries, infecciones de la cavidad bucal, infecciones de las encías, dolor de garganta, fiebre o gripe.
- No intercambie su cepillo de dientes con otras personas, ni siquiera con miembros de su familia
- Mantenga el cepillo de dientes alejado de la zona del inodoro
- Elija cerdas suaves, medias o duras, según sus necesidades
- No ejerza demasiada presión al cepillarse
- Si las cerdas están abiertas y deformadas pierden su poder antiplaca y antisarro
- Utiliza siempre hilo dental y colutorio específico para tus necesidades
Cepillo de dientes: ¿cuál elegir?
La elección del cepillo de dientes es totalmente personal. Dependiendo de las necesidades y exigencias de cada uno, pero también de las enfermedades dentales y del tipo de dientes, hay que optar por cepillos manuales o eléctricos, y elegir también la fuerza adecuada de las cerdas.
Los cepillos manuales, que se diferencian por su ergonomía y diseño, se diferencian principalmente por el tipo de cerdas: suaves, medias o duras. Concretamente, para evitar dolores o molestias, utilizan
cerdas suaves: son las más adecuadas para el esmalte dental delicado, encías inflamadas e irritadas, hemorragias (que, no obstante, deben consultarse con el dentista) y para el cuidado dental infantil.
Los filamentos medios y duros son adecuados para adultos con dientes y encías sanos.
Tras un periodo de uso continuado, el cepillo ya no tiene la misma eficacia.
Por lo tanto, asegúrate de cambiar el cepillo de dientes con regularidad para garantizar la máxima eficacia y una higiene completa, independientemente del tipo de cepillo que utilices.