La pizza es un plato popular originario de Italia, pero ahora disfrutado en todo el mundo. Normalmente consiste en una base redonda y aplanada de masa, cubierta con salsa de tomate, queso y varios ingredientes como carnes, vegetales y hierbas. La masa suele cocinarse en un horno, resultando en una comida sabrosa y a menudo personalizable.
La pizza ha evolucionado con el tiempo para incluir una amplia variedad de estilos, incluyendo masa fina, masa gruesa, pizza de masa alta y pizza rellena, entre otros. A menudo se sirve como una opción de comida conveniente, ya sea disfrutada en pizzerías, restaurantes o hecha en casa.
Algunos de los ingredientes más comunes para cubrir la pizza incluyen pepperoni, champiñones, cebollas, pimientos, salchichas, aceitunas y piña, aunque las posibilidades son virtualmente infinitas, con preferencias regionales y personales que influyen en los ingredientes utilizados.
En general, la pizza es amada por su delicioso sabor, versatilidad y capacidad para reunir a las personas para comidas compartidas y celebraciones.
Pizza con harina de espelta
La harina de espelta puede utilizarse como alternativa a la harina de trigo normal y combinarse con harinas de arroz, avena, centeno, trigo sarraceno o algarroba en recetas de pan y repostería..
Los hidratos de carbono de este cereal se absorben más lentamente (índice glucémico 45 – medio) que los del trigo (índice glucémico 80 – alto).
Esta absorción más lenta, debida a su menor índice glucémico, significa que es un alimento que no eleva los niveles de azúcar en sangre tan rápidamente tras su consumo, lo que permite un mantenimiento más constante de la glucemia (azúcar en sangre) a lo largo del tiempo.
Esto se traduce en beneficios para el organismo, uno de los cuales es una sensación de saciedad más duradera.
La harina de espelta, una variedad antigua de trigo, ofrece varios beneficios para la salud, incluyendo:
- Nutrientes: La harina de espelta es rica en nutrientes esenciales, incluyendo vitaminas del complejo B, como niacina, tiamina y riboflavina, además de minerales como hierro, magnesio y zinc.
- Fácil digestión: Algunas personas encuentran que la harina de espelta es más fácil de digerir en comparación con la harina de trigo común, debido a su estructura de proteínas diferente.
- Bajo índice glucémico: La harina de espelta tiene un índice glucémico más bajo que la harina de trigo común, lo que significa que puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
- Fibra dietética: La harina de espelta contiene una cantidad razonable de fibra dietética, lo que puede promover la salud digestiva, ayudar en la regulación del azúcar en la sangre y promover la saciedad.
- Potencial antiinflamatorio: Algunos estudios sugieren que los compuestos encontrados en la harina de espelta pueden tener propiedades antiinflamatorias, lo que puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.
Receta de pizza con harina de espelta
Ingredientes
- 200g de agua
- 50g de aceite de oliva
- Orégano qb
- 400g de harina de espelta
- 2 cucharaditas de levadura de panadería
- 2 cucharaditas de sal
Relleno
- 1 tomate mediano
- 1 taza de champiñones frescos laminados
- 150g de espinacas
- 10 aceitunas deshuesadas
- Queso mozzarella light
Preparación
Poner en la batidora el agua, el aceite de oliva y la sal. A continuación, añadir la harina y la levadura y batir hasta obtener una masa.
Espolvorear un molde de pizza con harina de espelta, rociar con aceite de oliva y verter la mezcla en el molde. Lava y corta los tomates en rodajas y repártelos sobre la base.
Lavar las espinacas y los champiñones y distribuirlos sobre la pizza.
Cubrir los ingredientes con queso mozzarella rallado y hornear en el horno precalentado de 15 a 20 minutos.
¡Buen provecho! 🙂