El agua micelar fue utilizada por primera vez por la empresa francesa Bioderma para tratar las quemaduras, lo que pone de manifiesto una vez más la seguridad de este producto en la limpieza de las pieles sensibilizadas.
Como su nombre indica, realmente parece agua: no huele y tiene una textura 100% líquida.
La forma más fácil de desmaquillar, limpiar y calmar todas las zonas del rostro, incluidos ojos y labios, en un solo gesto y sin pasar por agua.
También podemos llevarlo en el bolso para refrescar la piel en cualquier momento del día, como al salir del gimnasio o del trabajo, si queremos sentirnos más frescas y relajadas.
Es muy agradable. Además, también es ideal para desmaquillarse antes de acostarse.
Después de humedecer un disco de algodón, pase cuidadosamente esta solución por todo el rostro, masajeando ligeramente, para desmaquillar eficazmente y, al mismo tiempo, liberar los poros de las impurezas y toxinas acumuladas.
El agua micelar proporciona una piel perfectamente limpia sin necesidad de frotar: mientras las micelas capturan la suciedad y las impurezas en su interior, la solución acuosa que las incorpora las arrastra muy suavemente.
Una tecnología avanzada, conocida por su alta eficacia y por respetar la piel, incluso la más sensible.
Los tensioactivos (responsables de eliminar las impurezas) se agrupan en esferas -las micelas- que actúan como un imán, atrayendo y capturando las impurezas, el maquillaje y el sebo.
Agua micelar: qué es, para qué sirve y cómo utilizarla
El agua arrastra las micelas, sin necesidad de frotar la piel.
Curiosidad – Contiene extracto de pepino, vegetal ya conocido por ayudar a cuidar la piel, ya que es hidratante, nutritivo, calmante, suavizante y purificante.
Modo de empleo – Aplicar diariamente, por la mañana y por la noche, sobre la piel seca del rostro, ojos y cuello, utilizando un disco de algodón.
Repetir la aplicación hasta que el disco de algodón esté completamente limpio.
No es necesario aclarar, sólo secar bien pero sin frotar.
La piel tratada con este producto de extraordinarias propiedades queda hidratada, suave y absolutamente ligera. Los beneficios del agua micelar son numerosos e integran las ventajas de un limpiador con las de un tónico facial.
En efecto, este producto consigue limpiar la piel en profundidad, a la vez que tiene un efecto tonificante e intensamente hidratante.
Entre sus efectos más apreciados se encuentran también los calmantes, suavizantes, astringentes y refrescantes, sin olvidar su capacidad para respetar el pH fisiológico de la piel, dejándola tersa y suave después de cada aplicación.
¿Es necesario aclarar el agua micelar?
Una de las principales y más apreciadas características de las aguas micelares es que no necesitan aclarado. No utilizar agua corriente en el rostro protege la piel de la desagradable sensación de deshidratación y sequedad: después de que el agua micelar haya dejado la piel perfectamente limpia, puedes aplicar inmediatamente tu crema hidratante favorita.
No obstante, si su piel está especialmente irritable o no puede prescindir de la sensación tonificante del contacto con el agua, puede aclarar el rostro con agua tibia para eliminar los restos de producto.
¿Qué hay que ponerse después del agua micelar?
Después de aplicar el agua micelar, insistiendo especialmente en el contorno de los ojos y los labios, pasar la leche limpiadora y, por último, el tónico para eliminar los últimos restos de maquillaje e impurezas.
Las aguas micelares tienen agentes calmantes, una de las características del tónico. Pero para aquellas personas que necesitan una limpieza más profunda, como las que tienen la piel grasa, el tónico es una mejor opción.
El agua micelar no tiene riesgo de reacciones alérgicas, deja la piel limpia y renovada.