Nuestro cuerpo convierte el betacaroteno (un pigmento natural, que ayuda a conservar y prolongar el bronceado) en vitamina A (también conocida como retinol), favoreciendo la producción de melanina, responsable del tono de la piel y de protegerla de los rayos ultravioleta.
Por lo tanto, consumir alimentos ricos en estos elementos estimulará un bronceado sano y bonito, tal y como deseamos.
Es importante destacar que estos alimentos deben consumirse una semana antes de la exposición al sol y durante el propio tiempo de exposición.
Alimentos que intensifican y prolongan el bronceado
Zanahoria
Zanahorias es el alimento que más se asocia al bronceado, y la razón es que favorecen la producción de melanina, que es la que da el bronceado a nuestra piel a través de los melanocitos.
Estos se activan tras la exposición al sol y al mismo tiempo protegen nuestra piel de los rayos ultravioleta.
Espinacas
Aunque sus efectos no son tan conocidos como los de las zanahorias, las espinacas también son muy ricas en betacaroteno, una sustancia que favorece el bronceado además de hacer que éste dure más tiempo.
El secreto está en que el betacaroteno es un elemento clave de la vitamina A, por lo que también se le conoce como provitamina A, con propiedades antioxidantes y regeneradoras.
Tomate, sandía, fresa y cereza
Alimentos ideales para favorecer el bronceado porque además de aportar vitamina C, que tiene propiedades antioxidantes, refuerza el sistema inmunitario y da brillo a la piel.
También aportan vitamina A, que protege la elasticidad de la piel y ayuda a combatir su aspecto deshidratado.
También aportan licopeno, un antioxidante fotoprotector muy eficaz que mantiene la piel radiante.
Pescado azul y nueces
Los ácidos grasos omega-3 que se encuentran predominantemente en el pescado azul y en productos como el aceite de oliva y las nueces son excelentes para el bronceado, ya que mejoran la elasticidad de las membranas celulares y equilibran las hormonas responsables de la hidratación y los depósitos de grasa en la dermis.
El aceite de oliva y los frutos secos también tienen vitamina E, que ejerce una importante acción antioxidante.
Huevos
Los huevos son ricos en minerales y vitaminas A, B, D y E, que regeneran el organismo y tonifican la piel.
Las yemas de huevo son especialmente ricas en vitamina A y contienen otros ingredientes revitalizantes como la vitamina B6.
Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 que contienen actúan sinérgicamente y favorecen la elasticidad, la hidratación y la cicatrización de la epidermis.
Una piel hidratada y flexible tenderá a broncearse más.
Todos los alimentos ricos en vitamina C son de gran ayuda a la hora de mantener un bronceado perfecto porque contribuyen a frenar los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro de la piel.
Para ello, hay que recurrir a alimentos que contengan estos nutrientes:
Los carotenoides son pigmentos naturales que favorecen la creación de melanina y dan el color marrón anaranjado a la piel. También son potentes antioxidantes capaces de proteger nuestras células contra el ataque de los radicales libres.
Vitamina A que ayuda a renovar las células de la piel. Algunos carotenoides tienen la capacidad de convertirse en vitamina A (betacaroteno), una vitamina esencial y protectora para el organismo.
La vitaminaE, con un papel cicatrizante de la epidermis, permite la regeneración de las células atacadas por los radicales libres. Contribuye a la flexibilidad e hidratación de la piel.
Selenio: para hacer funcionar el sistema de defensa contra la melanina y combatir el estrés oxidativo inducido por los radicales libres (especialmente los rayos UV).
No olvide el agua
Puede parecer lógico, pero tendemos a olvidarlo. Cuando nos exponemos al sol, la piel necesita hidratarse aún más. Y la mejor fuente de hidratación es el agua.
Para una piel flexible, tersa y sin arrugas, ¡bebe a menudo!