Los huevos deben guardarse en un lugar bien conservado, lejos de fuentes de calor y luz directa.
No coloque los huevos en la puerta del frigorífico, ya que está sometida a temperaturas más elevadas. Compruebe que la caja de huevos lleva un sello de calidad, que garantiza que los huevos son frescos.
Lávate siempre las manos antes de manipular los huevos y comprueba que no están estropeados antes de comprarlos o utilizarlos. Si los huevos están sucios o manchados, no los utilices.
Puede guardar los huevos en la estantería de la cocina, pero como son muy perecederos, es mejor conservarlos en el frigorífico.
Los huevos deben consumirse lo antes posible, ya que se estropean con facilidad y pueden transmitir enfermedades.
Si no se consumen en cinco días, es mejor desecharlos.
Si viaja, lleve los huevos en una caja de poliestireno con hielo para mantenerlos frescos. No deje nunca los huevos a temperatura ambiente durante más de dos horas para evitar el riesgo de contaminación.
Recuerde que los huevos estropeados no son seguros para el consumo y deben desecharse inmediatamente.
Cómo conservar mejor los huevos
Cuidados para almacenar huevos
1. Asegúrese de que los huevos estén siempre en un lugar fresco y seco.
2. Los huevos deben guardarse en su envase original, preferiblemente en el estante más alto del frigorífico, ya que es la parte más fría, para que el calor del resto del frigorífico no afecte a las temperaturas del interior del huevo.
3. Evite guardar los huevos en la puerta del frigorífico, ya que es la zona más caliente y húmeda del mismo.
4. Si es posible, coloca los huevos en un recipiente hermético para mantener el aire seco.
5. Antes de guardarlos, comprueba la fecha de caducidad y no compres huevos cuya fecha de caducidad esté próxima.
6. Los huevos deben consumirse en los 15 días siguientes a su compra.
7. Cuidado de los huevos: asegúrate de que las manos, los utensilios y las superficies estén siempre limpios antes y después de manipular huevos.
8. No consuma huevos rotos o con manchas oscuras en la cáscara.
9. No reutilices nunca los envases de los huevos.
10. No guarde los huevos fuera del frigorífico durante más de dos horas.
11. Mantenga siempre los huevos refrigerados a una temperatura entre 0°C y 4°C.
Cómo saber si los huevos son frescos
Por regla general, los huevos pueden consumirse hasta 28 días después de la puesta, pero lo mejor es intentar consumirlos en un plazo máximo de 15-20 días.
Además, los huevos que venden los supermercados y tiendas de comestibles están obligados por ley a indicar la fecha de consumo preferente en el cartón y en la cáscara, y en varios casos también figura la fecha de puesta: con esta información, tendrá todos los elementos para saber si los huevos siguen siendo buenos.
Pero, ¿qué hacer si el cartón se ha tirado, el código ha desaparecido o has comprado los huevos al granjero?
El primer método y el más eficaz que puedes utilizar es la prueba del agua, sumergiendo los huevos en un recipiente lleno de agua fría y 10 y sal: si el huevo se queda en el fondo significa que está fresco, si flota en la superficie es mejor no cocerlo.
Por último, si el huevo se queda a medio cocer, no debe comerse hasta que esté cocido.
La razón por la que este método funciona es porque la cáscara del huevo, al ser porosa, permite el paso del aire: los huevos frescos tienen muy poco aire y se depositan en el fondo, mientras que los huevos más viejos, llenos de aire, flotan.
Cómo reciclar los huevos caducados
Los huevos caducados no tienen por qué tirarse: de hecho, pueden reciclarse y utilizarse en cosmética, jardinería o manualidades (por ejemplo, decorarlos para las vacaciones de Pascua).
La yema puede reciclarse para elaborar una mascarilla de belleza DIY tanto para la cara como para el pelo, mientras que las cáscaras de huevo secadas al sol y picadas groseramente a mano son excelentes aliadas contra las babosas en el jardín: basta con repartirlas uniformemente por la zona afectada.
Además, puedes mezclar unas 3 ó 4 cáscaras de huevo con posos de café, 2 cáscaras de plátano y un poco de agua para obtener un potente fertilizante que añadir a la tierra de tus plantas.
Por último, puedes utilizar la clara de huevo en caso de quemaduras por contacto con superficies calientes o debidas a una elevada exposición al sol, picaduras de insectos e incluso tensión muscular.
Bate la clara de huevo a punto de nieve y distribúyela generosamente sobre la zona afectada, durante al menos 30 minutos.