El sujetador (también conocido como sostén en algunos países de habla hispana) es una prenda de vestir femenina diseñada para cubrir, brindar soporte y dar forma a los senos. Generalmente, consta de dos copas que envuelven cada seno y una banda elástica que rodea el torso para proporcionar soporte.
Los sujetadores pueden variar en estilo, tamaño, material y función, y se usan principalmente para brindar comodidad, apoyo y modelado a los senos, además de ayudar a mantener la postura y mejorar la apariencia debajo de la ropa.
Existen muchos tipos diferentes de sujetadores, como sujetadores con aros, sujetadores sin costuras, sujetadores deportivos, sujetadores push-up, entre otros, cada uno diseñado para satisfacer diferentes necesidades y preferencias.
Lavar adecuadamente lo sujetador es esencial para mantener su durabilidad y conservar la forma y elasticidad de la tela. A menudo, los sujetadores son prendas delicadas que requieren un tratamiento especial durante el lavado.
A continuación, te ofrecemos consejos para lavar tus sujetadores sin estropearlos.
Cómo lavar el sujetador sin estropearlo
Revisa las instrucciones de lavado: Antes de comenzar, verifica la etiqueta de tus sujetadores para obtener las instrucciones específicas de lavado. Algunos sujetadores pueden lavarse a máquina, mientras que otros requieren un lavado a mano.
Separa tus sujetadores: Lava los sujetadores por separado de otras prendas, especialmente de aquellas con broches, cremalleras o ganchos, para evitar que se enreden y dañen entre sí.
Cierra los cierres: Siempre cierra los broches del sujetador antes de lavarlo para evitar que se enganchen en otros tejidos o en el propio sujetador.
Utiliza una bolsa de lavado: Si optas por lavar a máquina, coloca el sujetador en una bolsa de lavado para prendas delicadas. Esto protegerá el sujetador y reducirá la fricción con otras prendas durante el lavado.
Lava a mano: Si prefieres lavar a mano, llena un recipiente con agua fría o tibia y agrega un detergente suave diseñado específicamente para ropa delicada. Sumerge el sujetador en el agua y frota suavemente con las manos. Evita frotar con fuerza o torcer el sujetador, ya que esto puede dañar el elástico y la tela.
Enjuaga bien: Asegúrate de enjuagar completamente el sujetador para eliminar todo el jabón. El exceso de agua puede dañar el elástico y afectar la forma del sujetador.
Evita el uso de suavizante: El suavizante de ropa puede debilitar las fibras elásticas del sujetador, así que es mejor evitarlo.
Sécalo con cuidado: Nunca retuerzas ni exprimas el sujetador para eliminar el exceso de agua. En su lugar, presiónalo suavemente entre dos toallas limpias para absorber la humedad adicional. Luego, colócalo en una superficie plana para que se seque al aire, evitando la exposición directa al sol o al calor excesivo.
Almacenamiento adecuado: Una vez que el sujetador esté completamente seco, guárdalo adecuadamente en tu guardarropa, evitando doblarlo por la mitad o aplastarlo.
Lava con moderación: Los sujetadores no necesitan lavarse después de cada uso, a menos que estén visiblemente sucios o sudados. Usar un sujetador esporádicamente entre lavados puede ayudar a prolongar su vida útil.
Siguiendo estos consejos y cuidando tus sujetadores de manera adecuada, podrás mantener tu lencería en buen estado durante más tiempo.