Ahora que se acerca el invierno y las temperaturas han cambiado, hay que prestar un poco de atención al jardín y a la piscina para que resistan las bajas temperaturas y estén perfectos para la próxima temporada.
Cómo cuidar la piscina del jardín en invierno
El mantenimiento de la piscina no es muy complicado durante el invierno, teniendo en cuenta que no se utiliza.
Lo primero que hay que hacer es ver el estado en el que se encuentra. Si es una piscina desmontable y no está enterrada, revisa toda la estructura para ver si hace falta algún repuesto griego, y la parte interior donde está el liner, por si hay que cambiarlo.
Si se trata de una piscina de obra, debes comprobar que no presenta ninguna rotura del skimmer o del gresite, por ejemplo, para cambiarlos.
El siguiente paso para mantener la piscina correctamente durante el invierno es ver cómo se va a tratar el agua. Puede optar por poner la piscina en hibernación añadiendo un producto específico y cubriendo la piscina con una cubierta especial para el invierno.
El producto de hibernación debe renovarse según el tiempo indicado por el fabricante, que puede verse en el envase, hasta que quiera volver a utilizar la piscina, ya que antes tendrá que añadir un producto para recuperar el agua.
El proceso de hibernación puede llevarse a cabo si la temperatura invernal desciende por debajo de los 15ºC.
Si no quieres hacer el paso anterior, sólo tienes que continuar con la filtración de la piscina. Aunque en invierno no es necesario colocar el filtro a diario, con encenderlo de vez en cuando para limpiar el agua y colocar una cubierta de invierno para que no se llene de hojas u otra suciedad, será suficiente.
Mientras no se utilice el filtro, hay que vigilar el agua de las mangueras para que no se congele y pueda dañarlas.
Cómo cuidar el jardín en invierno
Centrémonos ahora en el jardín, que en esta época del año también necesita algunos cuidados. En invierno, es importante prestar mucha atención a las plantas y los árboles, ya que pueden resultar dañados por las heladas.
Las plantas: si están en macetas, lo mejor es meterlas dentro. Si no están en macetas, lo ideal es cubrirlas con una tela especial para que no sufran durante el invierno.
Los árboles: Depende del tipo de árbol que hayas plantado; hay árboles que toleran perfectamente el frío y no necesitan prácticamente cuidados. Si la especie que has plantado no es resistente a las bajas temperaturas, deberás cubrir también las ramas con un paño especial.
Las raíces, tanto de árboles como de plantas, deben protegerse para que no se pudran cuando lleguen las heladas. Los expertos recomiendan cubrirlas con un acolchado.
Esto se puede conseguir cubriendo las raíces con cartón, serrín, hojas secas, corteza, grava o paja.
Si en el jardín hay zonas con mesas o sillas y no están cubiertas, una buena opción es colocarlas en el interior para evitar que se estropeen si son de madera o hierro. De esta forma, lo único que habrá que hacer cuando haga buen tiempo es limpiarlas para poder utilizarlas en el momento.
Si, por el contrario, están pegados y no se pueden sacar para guardarlos, conviene taparlos bien y utilizar un producto para evitar la oxidación en el caso del hierro o el moho en el caso de la madera.