Las alfombras aportan calidez y estilo a cualquier espacio, pero también pueden acumular polvo, manchas y malos olores con el tiempo.
Para mantenerlas en perfectas condiciones, es fundamental seguir un proceso de limpieza adecuado según el tipo de material.
En esta guía, te explicamos cómo limpiar alfombras de manera eficaz, asegurando su durabilidad y frescura.
Alfombras – Limpieza básica y mantenimiento diario
Para evitar que la suciedad se acumule, es recomendable seguir algunos hábitos de limpieza diaria:
- Aspirar regularmente: Pasa la aspiradora al menos dos veces por semana para eliminar el polvo y los restos de suciedad.
- Sacudir la alfombra: Si es posible, sácala al exterior y sacúdela en un lugar ventilado para eliminar el polvo acumulado.
- Cepillar la alfombra: Usa un cepillo de cerdas suaves para remover pelusas y residuos atrapados en las fibras.
Hay varios trucos caseros que puedes utilizar a la hora de limpiar alfombras, haciendo el proceso más fácil y menos costoso.
Sal
Basta con espolvorear una capa de sal sobre la alfombra que quieras limpiar, enrollarla y dejarla reposar unas horas.
Después, basta con desenrollarla y pasar la aspiradora para que quede limpia y desinfectada.

Bicarbonato o maicena
Antes de pasar la aspiradora, espolvorea bicarbonato sódico o maicena por toda la superficie. Espera unos minutos y aspira la alfombra a fondo. El polvo ayuda a eliminar residuos y manchas difíciles, además de eliminar malos olores.
Papel absorbente
Para manchas líquidas como zumo, vino u orina de animales, presione la zona con papel absorbente hasta que esté completamente seca. A continuación, limpie con un paño humedecido con agua tibia sin frotar y deje secar de forma natural.
Vinagre
También para las manchas, basta con mezclar agua tibia con detergente neutro y vinagre y aplicar sobre la alfombra. Pasados unos minutos, limpie con un paño y deje secar de forma natural.
Para las manchas de grasa, utiliza óxido de magnesio en polvo.
Déjalo actuar un rato y luego cepilla o aspira.

Alfombras de pelo alto
Empiece aspirando cuidadosamente la superficie. Prepare una solución de agua y detergente neutro y humedezca toda la superficie. Cepille suavemente la alfombra con un cepillo suave.
Utilice un paño humedecido con agua limpia y deje que la alfombra se seque completamente en un ambiente aireado. Si añade un poco de suavizante al agua, quedará suave y perfumada.
Al utilizar productos específicos para limpiar alfombras orientales y de materiales delicados, es importante dedicar un poco más de tiempo y cuidado para no dañar las fibras y el tejido de la alfombra.
Es una buena idea llevar las alfombras más grandes a un limpiador especializado cada dos años.
Intenta evitar empapar la alfombra cuando limpies manchas o utilices vapor. El agua puede penetrar en el relleno y crear problemas de moho.
Si tiene una mascota, el vapor dejará la mancha y el olor a orina más profundos.
La limpieza a vapor no es una buena opción para limpiar la orina. En su lugar, limpie la zona únicamente con un producto especialmente diseñado para eliminar las manchas de orina de animales.