Todos hemos hecho huevos revueltos decepcionantes, pero si tenemos suerte, también hemos probado los exquisitos.
He aquí la cuestión: si los huevos revueltos perfectos se hacen exactamente con los mismos ingredientes que los malos, ¿cómo podemos hacer justicia a este plato esencial?
Como siempre, el detalle está en los detalles.
Definición de los huevos revueltos perfectos
Así es como definimos nuestros huevos revueltos ideales: esponjosos, húmedos, tiernos, cremosos y de color amarillo brillante. Deben saber a huevo puro y rico y a mantequilla.
Merece la pena dedicar unos minutos más a preparar huevos revueltos de la forma correcta.
Romper los huevos
Primero, casca los huevos en un bol. Bate cada uno de ellos sobre una superficie plana (como la encimera) en lugar de hacerlo sobre el borde del bol para que la rotura sea más limpia.
Este movimiento reducirá la probabilidad de que se rompan trozos de cáscara en la mezcla.
Truco profesional : si se introduce un trozo de cáscara en el bol, intente sacarlo con el borde de un trozo de cáscara más grande. Funciona mejor que un tenedor.
Añada humedad y mezcle
A continuación, bate los huevos con un tenedor, incorporando por completo las yemas y las claras en una mezcla de color amarillo soleado y añadiendo una pequeña cantidad de aire para que queden más esponjosos.
Dado que la sequedad da lugar a huevos densos y gomosos, ésta es una oportunidad para aumentar la humedad de los huevos.
Añadir aproximadamente 1 cucharada de líquido por huevo -leche o nata es delicioso, pero el agua también funciona- ayudará a crear vapor y mantener los huevos revueltos húmedos.
Cocinar con cuidado
Precalienta una sartén antiadherente a fuego lento antes de añadirle nada. A continuación, derrita una capa generosa de mantequilla y gire la sartén para cubrir toda la superficie.
Sólo cuando la sartén esté caliente y la mantequilla chisporrotee, añada la mezcla de huevo batido.
Cuando la mezcla empiece a solidificarse en el fondo de la sartén caliente, empiece a remover con la espátula de silicona, rascando continuamente la sartén para dejar que los huevos aún líquidos se cocinen y evitar que la capa cocida se queme.
Esta agitación constante no sólo evita que se cuezan demasiado, sino que mantiene la textura de los huevos suave y cremosa.
Si los huevos se cuecen más rápido de lo que puedes remover, no tengas miedo de mover la sartén dentro y fuera del quemador como una forma rápida de regular el calor.
Una vez que la mezcla de huevos esté casi cocida pero todavía tenga algunos restos de líquido por aquí y por allá, retira la sartén de la hornilla.
Al hacer esto, el calor residual contenido en los huevos continuará cocinándolos un poco.
Servir inmediatamente
Tus huevos revueltos están en su punto de perfección: ahora es el momento de comerlos.
No tardes en servir tus huevos revueltos en platos calientes (tostadas con mantequilla, bacon o una sencilla ensalada verde son excelentes acompañamientos) y disfruta de un desayuno o banquete perfecto.
Cuando sepas hacer unos huevos revueltos estupendos, siempre tendrás una idea de comida en la manga que sea rápida, sencilla, elegante, asequible y que guste a todo el mundo.
Errores comunes en los huevos revueltos
La impaciencia es probablemente el enemigo número uno del éxito de los huevos revueltos. Al fin y al cabo, ¡se supone que es un plato rápido!
Puede ser tentador acelerar las cosas aún más, pero los siguientes errores sólo conducen a resultados mediocres:
- Partir os ovos directamente na frigideira
- Não esperar que a frigideira aqueça
- Deixar o fogão em vez de agitar
- Utilização de qualquer panela e espátula que seja útil
- Acelerar o calor para cozinhar os ovos mais rapidamente