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El vino y el tiempo: cómo envejecen los distintos tipos de vino

El vino y el tiempo: cómo envejecen los distintos tipos de vino

No importa si prefieres un vino reserva o si lo tuyo es conocer al detalle las añadas del vino. Si eres aficionado a la enología, seguro que ya tienes claro que el vino tiene una relación íntima con el tiempo.

El envejecimiento del vino transforma el contenido, modificando aromas, sabores y texturas o, lo que es lo mismo, comprender cómo el tiempo interviene en la crianza del vino aporta una nueva perspectiva para disfrutar cada copa.

Y es que, si bien es cierto que no todos los vinos están hechos para esperar, aquellos que sí lo están pueden convertirse en auténticas joyas.

¿Qué es el envejecimiento del vino?

El envejecimiento del vino es un proceso natural durante el cual el vino cambia con el tiempo.

Esa transformación tiene que ver con su estancia en barrica y en botella, fases de la crianza del vino en las que se producen una serie de transformaciones químicas complejas: los taninos se suavizan, los ácidos se integran mejor y los compuestos aromáticos se desarrollan en capas más profundas.

Es aquí donde el vino gana en complejidad y equilibrio.

Tipos de vino según su crianza

  • Vino crianza

El vino crianza se caracteriza por tener al menos entre 6 y 12 meses de envejecimiento en barrica, seguido de otro año más en botella antes de salir al mercado. Esta crianza aporta cuerpo y una estructura más definida que la de un vino joven, sin perder frescura. 

  • Vino reserva

El vino reserva lleva el proceso un paso más allá. En este caso la crianza del vino requiere al menos tres años de envejecimiento, de los cuales como mínimo uno y medio debe ser en barrica.

Este mayor reposo permite una integración más redonda de todos los elementos del vino, dando lugar a notas más profundas y complejas: frutas maduras, cuero, tabaco y toques de vainilla o chocolate.

vino
  • Vino gran reserva

En el caso del vino gran reserva, la paciencia es clave. Estamos ante vinos con un mínimo de cinco años de crianza, incluyendo dos en barrica y tres en botella.

Esta categoría es menos frecuente, ya que no todas las cosechas permiten elaborar vinos que resistan un envejecimiento tan largo.

  • Vino de guarda

En el universo de la crianza del vino los de guarda han sido concebidos específicamente para evolucionar en botella durante muchos años. La calidad de la uva, la técnica de vinificación y el potencial del vino para mejorar con el tiempo son claves para que alcancen su mejor momento tras 10, 15 o incluso 20 años.

El vino y el tiempo: cómo envejecen los distintos tipos de vino

La importancia de la añada en el envejecimiento del vino

El concepto de añadas del vino también desempeña un papel esencial en su evolución. Cada año, las condiciones climáticas varían: lluvias, horas de sol, temperaturas nocturnas… Todo eso afecta directamente a la maduración de la uva y, en consecuencia, al perfil del vino.

Una añada cálida, por ejemplo, puede dar vinos más alcohólicos y maduros, mientras que una fresca puede acentuar la acidez y frescura.  

En definitiva, el tiempo no solo envejece el vino, sino que lo transforma, moldea y, en muchos casos, lo eleva a un nivel superior. Ya sea un vino crianza para el día a día, un vino reserva para una cena especial, o un vino gran reserva para una celebración inolvidable, hay un universo entero por descubrir… botella a botella.

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